Terra incógnita: cartografías de lugares inexistentes [colectiva]
Los mapas han ido alterando gradual y significativamente sus diseños, sistemas de representación y contenidos, como resultado de los progresos en las técnicas de exploración y del grado de conocimiento sobre las sociedades que los ocupan. Así comprobamos que el límite de un mapa no es el límite real de un territorio sino tan solo el reflejo de nuestros conocimientos sobre él.
Las tierras ocultas, aun no medidas ni cuantificadas, nos privan de la agradable sensación de seguridad, control y pertenencia que la claridad de un mapa nos genera; pero a la vez abre la posibilidad de la existencia de territorios paradisíacos de los que eventualmente podríamos formar parte y habitar.
Terra incógnita es una señalización que utilizaban antiguamente los cartógrafos para indicar en un mapa los espacios aun sin explorar; punto de partida para la muestra que la curadora y artista plástica, Patricia Villanueva, presenta actualmente en el Centro Cultural España de Lima. Ha convocado a doce jóvenes artistas a cartografiar aquellos territorios imaginarios de los que intuyen su existencia y permanecen hasta hoy indocumentados y a reflexionar en torno a la incompatibilidad entre el territorio real y su representación grafica.
Vale destacar, Anteproyecto, de Ana Teresa Barboza, en donde vemos los recuerdos de un arquitecto que planeó alguna vez una casa lo más cercana a la perfección en donde viviría su familia. El espacio nunca se llegó a concretar y la vivienda paso a existir solo en el plano imaginario. Es a través de la descripción y recreación de cada una de las habitaciones -específicamente diseñadas según las costumbres y necesidades de cada integrante de la familia- que el proyecto de búsqueda y construcción de un hogar ideal rebaza las posibilidades del concreto y configuran la vida diaria de toda familia.
El artista Kenji Nakama ha desarrollado un collage que reúne recortes cuadrangulares de 25 mapas geopolíticos creando ecos de información sobre los territorios. En una especie de cartografía comparada, el contraste entre los recursos naturales, los índices poblacionales y los niveles de desarrollo industrial, cuantifican y jerarquizan los diversos territorios del globo en un claro ejercicio político de control y posesión del espacio. En el registro directo, sin elementos ornamentales de los valores económicos de la tierra, observamos las diferentes finalidades que afectan la elaboración de un mapa, al compararlos con aquellas cartografías de la antigüedad, que nos recuerda Patricia Villanueva, estaban cargadas de alegorías y de motivaciones artísticas.
Asimismo, Nicolás Lamas en Ecos referenciales fabrica su propia técnica cartográfica para representar un territorio nuevo que se abre paso a partir de la destrucción de otro. Las ranuras de un vinilo en permanente reproducción obstruidas por los residuos de la pared intervenida generan sonidos con referentes telúricos, mientras que el territorio nuevo perpetúa su autonomía a través de la proyección de su propia imagen sobre las ruinas que determinaron su origen.
Terra incógnita, presenta un extravagante montaje y una propuesta de curaduría avezada en la que el concepto sirve de punto de partida para observar disimiles propuestas. Si bien no en todos los casos alcanzamos a ver un equilibrio entre el concepto planteado y su desarrollo, se trata finalmente de un experimento digno de destacar que nos revela a algunos de los artistas jóvenes más prometedores con los que cuenta actualmente el circuito limeño.
Fechas: 3 de febrero al 16 de marzoLugar: Centro cultural de España – Natalio Sánchez 181 – 185, Santa Beatriz, Lima
Horario: martes a domingo de 10:00 a.m. a 10:00 p.m.
Artistas participantes: Rodrigo La Hoz, Ana Teresa Barboza, Luisa Fernanda Lindo, Eliana Otta, Nicole Franchy, Alberto Borea, Nancy La Rosa, Maricel Delgado, José Vera Mattos, Stefanía Polo, Nicolás Lamas y Kenji Nakama.
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Alejandra Osorio es historiadora del arte y trabaja en Wu Galería.