#ElPerúQueQueremos

El Show de Diana – Perú (1977-1997) [colectiva]

Publicado: 2012-04-28

No es inusual que una muestra curada por un artista esté estrechamente vinculada a sus propios proyectos creativos. En los noventas, Juan Enrique Bedoya (Lima, 1966) empezó a experimentar, por sugerencia de Billy Hare (Lima, 1946), con una cámara Diana. Hare, por su parte, conoció la Diana en 1976, el mismo año en que él y otros jóvenes fotógrafos fundaron la Asociación Cultural Secuencia. La cámara llegó de manos de Lauren Shaw, fotógrafa norteamericana que trajo intereses y búsquedas tardomodernistas a una Lima que apenas empezaba a conocer el modernismo fotográfico. De todas estas historias –personales, colectivas, epocales–, da cuenta la exposición El show de Diana - Perú (1977-1997). Su curador, Bedoya, no solo explora un imaginario visual que le apasiona. También lo historiza: genera una narrativa fluida y documentada a partir de valiosos objetos, imágenes y textos.

La muestra abre con la Diana “original”, la que Shaw regaló en 1977 a su amiga Mariella Agois (Lima, 1956), también de Secuencia. Hoy en día, cuando las cámaras son celulares, una cámara instalada dentro de una vitrina no deja de ser una visión poderosa. Como contrapunto, al lado tenemos una Diana Monterrey, de las tantas que llegaron a Lima por esos mismos años para la venta en supermercados. Así, el curador hace evidente algo fácil de olvidar: la Diana fue una cámara barata, no profesional, de juguete. En esa línea, Bedoya ha dispuesto otras dos vitrinas con objetos. En la primera observamos variados modelos de Diana, que nos permiten conocer de cerca sus características: la aberración de su lente (que en realidad no es sino es un pedazo de plástico); su falso fotómetro (solo decorativo); etc. En la segunda se exponen el antes y el después: las Brownie Kodak, cámaras producidas desde 1900 para un público infantil, y que nos ofrecen un breve recorrido por el diseño comercial de primera mitad del siglo XX (del art decó a lo geométrico); y las Instamatic, que por su calidad y economía reemplazaron a la Diana. Estas dos vitrinas son verdaderas clases de pedagogía visual. Como en pocas exposiciones, la materialidad y la técnica detrás de las imágenes tienen un lugar privilegiado y bien logrado.

Durante la primera mitad del siglo XX, el modernismo fotográfico exploró la materialidad y la técnica específicas a lo fotográfico. Pero ya en los setentas, y para una heredera tardía del movimiento como Shaw, era menos interesante la sofisticación de una cámara profesional, que la precariedad defectuosa de una Diana. Así debemos leer sus seis fotografías en la muestra: como suaves fragmentos de experimentación visual en un país desconocido. Esta brisa novedosa no pasó desapercibida para los integrantes de Secuencia. Fernando La Rosa (Lima, 1943), líder del grupo, optó por renovar el tópico fotográfico del registro estatuario, ofreciendo retazos de figuras del Cementerio Presbítero Maestro capturadas con Diana. Pero es quizás la serie de Mariella Agois, Chorrillos (1978-1980), la que cristaliza con mayor energía el brío espontáneo de dicha cámara. No en vano su serie de 22 fotografías ocupa el lugar central en la muestra. Frente a ella, dos finas cajas de luz elaboradas por los mismos años pero nunca antes expuestas –las cajas son coautorías de Agois con Mirko Lauer y Mario Montalbetti–, prueban la calidad experimental de la producción fotográfica limeña de aquel entonces. Se trata sin duda de imágenes sobresalientes, que trascienden la estela de una moda “importada”.

Otras dos vitrinas con material documental y fotográfico nos sitúan en el activo contexto de exposiciones y publicaciones que Secuencia auspició. Aunque por momentos todo este material se aleja del tema central (la Diana), no deja de ser interesante ver de primera mano, por ejemplo, el catálogo de la primera exposición de Martín Chambi en Lima. La muestra finaliza con fotografías producidas en los noventas por Bedoya y Jorge Heredia (Lima, 1958). Estás últimas imágenes hablan de un momento distinto, en el que el fotoperiodismo y el arte povera son referentes a partir de los cuales las tomas de la Diana alcanzan otras configuraciones.

El show de Diana - Perú (1977-1997) se mueve en una interesante tensión de temporalidades. Nos habla, en primer lugar, de cómo las ramificaciones más avezadas del modernismo llegaron a Lima antes que sus formas más ortodoxas. Juega, por otra parte, con la nostalgia y la digresión, pero logra finalmente articular una historia sólida y reveladora. En una época de sofisticación digital, esta exposición es un aire fresco de modestia y materialidad. En un tiempo de revivals y tendencias vintage vacías de contenido, la curaduría de Bedoya es una investigación seria y rica en significados.

Lugar: Centro Fundación Telefónica, Av. Arequipa 1155

Fechas: del 23 de abril al 10 de junio

Horarios: martes a sábados de 12 m. a 8 p.m. / domingos de 12 m. a 7 p.m.

Artistas: Mariella Agois, Juan Enrique Bedoya G.-M., Roberto Fantozzi, Pablo Hare, Jorge Heredia, Fernando La Rosa, Lauren Shaw

--------------------------------------

Horacio Ramos es investigador e el MALI y asistente académico de Historia del Arte PUCP.


Escrito por


Publicado en